Simbolaar, ciudad simbócrata
Ciudad Simbócrata es una creación arquitectónica de Azamshir. Una enorme ciudadela circular y en el centro un alto faro. Alrededor del faro levitan 5 plataformas.
También llamada Simbolaar ("el lugar del símbolo"). Los ciudadanos de Ekuatoria van allí a investigar ciencia y magia.
En Ekuatoria hay un sistema de comunicación e información basada en "símbolos", fueron diseñados por Azam junto a excelsos investigadores de Simbolaar.

Denominado simbocracia, "el poder y la autoridad de los símbolos sobre la realidad", es todo un cuerpo de estudios alrededor de la simbología y el conocimiento.
En éste lenguaje se programa también la estructura informática de Ekuatoria y el mantenimiento de la propia internet de la realidad.
La escuela de magia es una escisión de la organización de Simbolaar. Se sitúa a unos pocos kilómetros de la misma, y los propios investigadores y científicos Simbolaari dan clases en la misma.
El dibestarot también fue diseñado en los laboratorios de ésta ciudad.
Se trata de un lugar de gran interés para Teknofer. Al que acude normalmente a consultar y apoyar las nuevas investigaciones.
Capítulo 8. Malikos
Malikos, creación de Azamshir. Renegado clon y a veces hermano de Azamshir. Según dicen muchos un error de cálculo por parte de Azamshir.
Azamshir creó a varios clones de sí mismo, la mayoría mantienen una cordial relación con Azamshir, de hecho todos, menos Malikos.
Malikos representa la maldad, la crueldad y la tortura. La retorcida imaginación de un maniaco, un criminal. Un clon de Azamshir que se escindió de la comunidad de clones.
Malikos tenía ideas muy escalabrosas, siempre pensaba en el dolor, el sufrimiento, y gozaba con él. Sin embargo era un elegante conversador. Nadie es perfecto.
Azamshir no podía matar a su creación, hermano, hijo o clon. Al conocer ésta actitud ante la realidad que lo rodeaba, Azam creó una realidad para él, donde lo mantuvo en cautividad.
Allí Malikos podía hacer y deshacer cuanto quisiera, con la excepción de crear seres sintientes, para evitar que los hiciera sufrir.
Su poder creativo allí no tenía límites. Así creó una realidad oscura. Un desierto de cenizas, dunas, nieve, oscuridad y cuevas.
Malikos creó unos guantes oscuros de ceniza que adoptan la forma que él desea, normalmente una mano humana con garras extendidas.
Evidentemente ni Malikos ni nada que él creara en su nueva realidad podía salir de allí. Y tampoco puede entrar nadie más que Azamshir y el Ángelus.
Esta nueva realidad era una prisión para Málikos. Una medida benevolente para un hombre que ansía la destrucción de todo.
Aún así Azamshir gustaba de visitar a Málikos eventualmente. Disfrutaba conversando con él, almenos hasta que la conversación degradaba en una espiral de odio irrefrenable. Entonces Azamshir no tenía más remedio que abandonarlo, recluído en su soledad.
Azamshir podía haber hecho muchas cosas para evitar a Malikos, incluso ahora podría hacerlo. Pero Azam tiene mucho respeto por la vida, y la muerte nunca es una opción.
Podría cambiar con sus poderes su actitud, su rasgo "maligno". ¿Pero y si Malikos podía aportar algo a Azamshir?
Malikos representa un lado maligno muy profundo en la personalidad de Azamshir, cuando Azam creó a un clon de si mismo, y esta característica se maximizó en Malikos. No menos como otros como la inteligencia y la creatividad.
Malikos era un recordatorio de todo aquello que Azamshir deseaba evitar, y manterlo con vida y visitarlo de vez en cuando le servía para recordar lo que no quería para su realidad, para su mundo y sus gentes. La maldad debía ser personificada para identificarla, éso fue Malikos.
Malikos representa la maldad, la crueldad y la tortura. La retorcida imaginación de un maniaco, un criminal. Un clon de Azamshir que se escindió de la comunidad de clones.
Malikos tenía ideas muy escalabrosas, siempre pensaba en el dolor, el sufrimiento, y gozaba con él. Sin embargo era un elegante conversador. Nadie es perfecto.
Azamshir no podía matar a su creación, hermano, hijo o clon. Al conocer ésta actitud ante la realidad que lo rodeaba, Azam creó una realidad para él, donde lo mantuvo en cautividad.
Allí Malikos podía hacer y deshacer cuanto quisiera, con la excepción de crear seres sintientes, para evitar que los hiciera sufrir.
Su poder creativo allí no tenía límites. Así creó una realidad oscura. Un desierto de cenizas, dunas, nieve, oscuridad y cuevas.
Malikos creó unos guantes oscuros de ceniza que adoptan la forma que él desea, normalmente una mano humana con garras extendidas.

Evidentemente ni Malikos ni nada que él creara en su nueva realidad podía salir de allí. Y tampoco puede entrar nadie más que Azamshir y el Ángelus.
Esta nueva realidad era una prisión para Málikos. Una medida benevolente para un hombre que ansía la destrucción de todo.
Aún así Azamshir gustaba de visitar a Málikos eventualmente. Disfrutaba conversando con él, almenos hasta que la conversación degradaba en una espiral de odio irrefrenable. Entonces Azamshir no tenía más remedio que abandonarlo, recluído en su soledad.
Azamshir podía haber hecho muchas cosas para evitar a Malikos, incluso ahora podría hacerlo. Pero Azam tiene mucho respeto por la vida, y la muerte nunca es una opción.
Podría cambiar con sus poderes su actitud, su rasgo "maligno". ¿Pero y si Malikos podía aportar algo a Azamshir?
Malikos representa un lado maligno muy profundo en la personalidad de Azamshir, cuando Azam creó a un clon de si mismo, y esta característica se maximizó en Malikos. No menos como otros como la inteligencia y la creatividad.
Malikos era un recordatorio de todo aquello que Azamshir deseaba evitar, y manterlo con vida y visitarlo de vez en cuando le servía para recordar lo que no quería para su realidad, para su mundo y sus gentes. La maldad debía ser personificada para identificarla, éso fue Malikos.
Fer Minero - 28 de octubre de 2019
Continuará...